miércoles, 2 de febrero de 2011

Yo, Robot

      Yo, Robot es el ejemplo perfecto de una película que muestra cómo la inteligencia artificial puede influir en una sociedad. La película tiene lugar en el año 2035 en un mundo en el que las personas conviven en completa armonía con robots inteligentes La acción de comienza cuando  el Dr. Alfred Lanning aparentemente se suicida. Dell Spooner, un hombre en desacuerdo con el gran desarrollo de la tecnología, es el detective que investiga su muerte, y cree que sabe qué robot es el asesino.  VIKI, un cerebro positrónico que dirige a todo este mundo altamente mecanizado, dirige una sublevación robótica, pero Spoone logra, con la ayuda de  NS5, reprimir la sublevación.





     En la película se muestra una sociedad futurista que cree que los robots son fieles a sus creadores debido a las tres leyes por la que se rigen. Es posible que haya robots creados en el futuro como los robots de la película. Al igual que en la película, los robots podrían realizar tareas simples y ser usados como funcionarios. Aunque esta historia tiene lugar dentro de veinticinco años, no es seguro que el uso de robots pueda ser tan amplio como lo es en la película, puesto que el film demuestra los peligros potenciales de robots que tienen la capacidad de tomar sus propias decisiones.

     En la historia se cuenta que Spooner no confía en los robots puesto que en su pasado, uno de ellos salvó su vida ignorando las órdenes que recibió de salvar a una niña. Probablemente, en la sociedad actual, el gobierno intervendría ante un suceso similar al de la muerte del Dr. Alfred Lanning. En la película, los NS / 5 retienen a los seres humanos como prisioneros su propia casa y comienzan a aplicar castigos a los humanos.

     Actualmente, un robot no tiene la capacidad de pensar y de tener autocontrol y autoconciencia.
En la actualidad no hay cosas tales como robots que se asemejan a la forma humana. Tampoco Robots que detecten accidentes y se ocupen de recoger los desperfectos ocasionados. Los robots del presente son máquinas controladas exclusivamente por los seres humanos: son incapaces de tomar decisiones, tener sentimientos, ni haga nada que no impliquen un ser humano.


   Algunos elementos que sí se pueden resolver con la tecnología actual son los coches “auto-conducidos”, los programas de reconocimiento de voz y los hologramas que interactúan.  Aparecen algunas tecnologías no cotidianas que no pertenecen a la inteligencia artificial, como el brazo biónico que posee el protagonista.

  Sería deseable que los robots de la película, especialmente los que más responsabilidades asumen,tuviesen un botón manual que hiciera volver al sistema a sus condiciones iniciales mediante su apagado, es decir, un “reset”.

    No hay anacronismos evidentes. Es imposible observarlos puesto que aún no es 2035 y no se puede saber qué desarrollo tecnológico habrá en esa fecha.

    En la película se le otorgan a los robots muchas facultades que pueden derivar en libre albedrío, lo que supondría implicaciones morales y éticas.

    Por un lado, se cambiaría la evolución biológica que se ha ido desarrollando en la especie humana a lo largo de los años por una evolución tecnológica, que podría cambiar mucho las formas en las que funciona la sociedad y plantear una cuestión sobre la identidad del ser humano.

 

     Podría crearse confusión entre lo virtual y lo real, la vida y la “no” vida y lo natural y lo no natural.
Además, no es seguro que no haya fallos en los sistemas, y no se sabe si creará problemas como un aumento de la violencia.



    
  
 El escritor de la obra en la que está basado el film,  Isaac Asimov, estableció la integración de los robots en la sociedad. Para ello creó las Tres Leyes de la Robótica: 

“1. Un robot nunca herirá a un ser humano, o, pasivamente, permitirá que un ser humano sufra daño. 
2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto cuando dichas órdenes estén en conflicto con la Primera Ley. 
3. Un robot debe proteger su propia existencia, siempre y cuando dicha protección no esté en conflicto con la Primera y Segunda Ley."


     Posteriormente mejoró su sistema y desarrolló la Ley Zero: “Un robot no debe herir a la humanidad, o pasivamente, permitir que la humanidad sufra daño”.  El problema surge al replantarse si en la sociedad real se podría  “dominar” siempre a los robots con unas leyes similares e incluso ser capaces de desenchufarlos cuando se desease.

     Según las normas de Asimov,  y en teoría, los robots serían incapaces de rebelarse y de contradecir órdenes, sin embargo el que tengan forma humanoide haría que, muy probablemente, los humanos los tratasen como personas, a menudo, incluso, inconscientes de que no lo son.  Uno de los puntos más importantes en cuanto a inteligencia artificial de los que se habla en el film es la cuestión de qué pasaría si los robots tuviesen la capacidad de poder matar.

     La película está basada en el Chicago de 2035, y muestra una sociedad en la que la tecnología tiene un papel muy importante y está presente en muchos de los aspectos de la vida, principalmente para hacérsela a los humanos más fácil, cómoda y precisa. Los robots son utilizados, por ejemplo, para recoger basura y pasear a los perros. Todos están programados para adaptarse a las Tres Leyes de la Robótica.


     Dado que la película está basada en un libro de culto para los amantes de la Inteligencia Artificial, creemos que es interesante leerlo, así que si a alguien le interesa puede leerlo aquí:

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